La presencia de grupos armados organizados, el control sobre el territorio y sobre la población suponen una amenaza para el libre desarrollo de las elecciones como la participación en política, el derecho a elegir y ser elegido y los hechos de violencia que ponen en riesgo la vida de los candidatos como las amenazas o los atentados. Las elecciones regionales del 2023 han representado un reto para garantizar seguridad y el libre desarrollo de las elecciones. Gobernadores y alcaldes en Ejercicio, la Registraduría, Procuraduría y Defensoría han realizado llamados de alerta al Gobierno, Ministerio de Defensa y Ministerio del Interior para enfrentar el panorama en seguridad en buena parte de las regiones del país.
Explore en los siguientes mapas interactivos y gráficas los comparativos de riesgos electorales según reportes de la Defensoría del Pueblo, los departamentos con mayor amenazas, presencia de organizaciones armadas y variaciones entre 2019 y 2023. Así como el mapa de riesgo de fraude electoral de la Misión de Observación Electoral.
El mapa de la Defensoría del Pueblo evidencia un aumento en los municipios con riesgo electoral. En el caso de riesgo extremo son 35 más si se compara con 2019. Donde hay más incremento es en el riesgo medio con 121 más frente hace cuatro años, mientras que los de riesgo medio representan un aumento de 25 municipios.
El fenómeno de violencia según el mapa de riesgo electoral 2023 se puede explicar como una especie de círculo, las zonas con riesgo extremo y alto están desde el Catatumbo, pasando por la costa Caribe y el Magdalena Medio para juntarse con el Pacífico que baja hasta el departamento de Nariño donde se une con Putumayo, Casanare, Meta, Caquetá y Arauca.
Departamentos como Caquetá se tiñeron de colores ante riesgo para las elecciones 2023, pues todos su municipios tienen algún tipo de riesgo. En el nivel bajo está: Albania, Belén de los Andaquíes y Morelia. En riesgo medio: Valparaíso y Solita. En riesgo alto: El Doncello, Milán, Curillo y San José del Fragua. Mientras que en riesgo extremo está San Vicente del Caguán, Florencia, El Puajíl, La Montañita, Solano, Cartagena del Chairá. Hace cuatro años solo cuatro municipios tenían algún tipo de riesgo.
En las ciudades capitales hay cambios, por ejemplo, Cali en 2019 no registraba ningún tipo de riesgo y hoy está caracterizado como alto. En Medellín y Bogotá el riesgo sigue siendo alto, mientras que Cartagena pasa de ser alto en 2019 a medio en 2023. Barranquilla por el contrario pasa de una caracterización de riesgo medio a alto, al igual que Montería. Cúcuta sigue registrando riesgo extremo.
Casanare solo tenía cuatro municipios en riesgo medio, sin embargo, para estas elecciones todos los municipios tienen algún tipo de riesgo: Maní en riesgo extremo. Paz de Ariporo, Hato Corozal, Yopal, Aguazul, Tauramena, Monterrey y Villanueva en riesgo alto, mientras que Orocué, San Luis de Palenque, Trinidad, Pore, Nunchía y Támara con riesgo medio. Por último, solo un municipio tiene riesgo bajo: Sabanalarga.
En Amazonas de 10 municipios en 2023 solo dos tienen riesgo alto: Leticia y Puerto Nariño, con la diferencia de que hace cuatro años el riesgo allí era medio. Sin embargo, siete municipios dejaron de estar en el mapa, pues no cuentan con riesgo.
Los municipios en riesgo extremo se concentran en el pacífico desde San Andrés de Tumaco en Nariño hasta Acandí en Chocó, pues de los 20 municipios del litoral Pacífico dos tienen riesgo medio, cuatro en riesgo alto y 14 en riesgo extremo. Esta situación se da en una zona de país por donde suele salir el tráfico de drogas o donde se presentan actividades de minería ilegal.
Otra de las zonas donde se concentra el riesgo electoral por presencia de armados es en Norte de Santander, pues desde el 2019 al 2023 el incremento es de siete municipios con riesgo extremo. Pero este fenómeno se extiende por toda la frontera con Venezuela, pues la mayoría de los municipios que comparten límites con Venezuela tienen riesgo alto, medio u extremo a excepción de municipios en departamentos como Amazonas y Vaupés.
De los cinco departamentos con mayor número de municipios con riesgo extremo, el único que cae es Antioquia pues en 2029 eran 17 y para estas elecciones del 2023 son solo siete: Murindó, Yondó, Nechí, El Bagre, Zaragoza Cáceres y Tarazá. Concentrados en la zona del bajo Cauca antiqueño donde hace presencia el clan del Golfo y donde en marzo de este año se registró un paro minero que terminó por ponerle fin al cese bilateral con esta organización.
Nariño es el departamento que mayor incremento, pues pasa de 8 a 17 municipios en riesgo extremo: Santa Bárbara, El Charco, Olaya Herrera, San Andrés de Tumaco, Roberto Payán, Barbacoas, Ricaurte, La Llanada, Santa Cruz, Samaniego, Los Andes, Cumbitara, Policarpa, El Rosario, Leiva, Magui e Ipiales.